Con una superficie impresionante de 377.000 km², el Mar Báltico alberga aproximadamente 60.000 focas (datos de 2022), lo que significa que hay una foca por cada 6,28 km². Los mamíferos más grandes de este mar, las focas grises, anilladas y manchadas, desempeñan un papel indispensable en el equilibrio del ecosistema, pero en los últimos años se enfrentan a amenazas cada vez mayores.
Aunque los pescadores suelen percibir a las focas como una plaga, su impacto en las poblaciones de peces tiene matices. Las investigaciones muestran que las focas se alimentan principalmente de peces enfermos y débiles, lo que contribuye al desarrollo de poblaciones de peces sanas. Además, las heces de las focas sirven como una valiosa fuente de nutrientes para las algas y otros organismos marinos, estimulando la productividad del ecosistema.
A pesar del importante papel que desempeñan las focas en la salud del Mar Báltico, enfrentan varias amenazas. Una de las principales amenazas son las redes tendidas por los pescadores, en las que las focas a menudo quedan enredadas y mueren. Además, la contaminación, el cambio climático y la pérdida de hábitat están teniendo un impacto negativo en las poblaciones de focas.
Lamentablemente, la situación se complica por intereses encontrados. Mientras que algunos pescadores creen que las focas son dañinas para las poblaciones de peces y deberían estar en peligro, otros reconocen la importancia de las focas en un ecosistema saludable. En 2023, el BIOR (Instituto Nacional de Ciencias) emitió permisos para matar 20 focas con fines comerciales, lo que provocó alarma entre los ecologistas que subrayan la necesidad de una investigación más exhaustiva y de un enfoque más sostenible.
Es importante darse cuenta de la importancia de las focas para la salud del Mar Báltico y tomar medidas para protegerlas. Se necesita un enfoque científico que tenga en cuenta tanto los intereses de los pescadores como el papel ecológico de las focas. La cooperación entre las partes interesadas puede ayudar a garantizar un equilibrio entre las actividades humanas y la conservación de la naturaleza, asegurando un futuro saludable y sostenible para el Mar Báltico.
"En realidad, ni siquiera importa, hay 15 o 20 mil focas grises en el Mar Báltico, lo principal es que no debe haber menos de 10 mil, porque este es el límite por debajo del cual las posibilidades de existencia de las especies están amenazadas", admite el investigador estonio de focas Marts Jussi.
En los últimos cien años, el número de focas ha disminuido tanto que algunas especies están al borde de la extinción. Tanto la caza como la contaminación del Mar Báltico son responsables de la desaparición de las focas. Nadie sabe cuántas focas hay actualmente en el Mar Báltico. Los biólogos sólo pueden juzgar las tendencias, ya sea que la población esté aumentando o disminuyendo. Se supone que en el Mar Báltico viven unas 10.000 focas anilladas. A diferencia de las focas anilladas, las focas grises se encuentran por todas partes en el Mar Báltico. Su número es estable y su salud también es buena. La foca manchada también está en todas partes, más en algunas regiones, menos en otras.
"El Convenio de Helsinki para la Protección del Medio Marino de la Región del Mar Báltico (HELCOM) estipula que permitiremos que la población de focas crezca libremente sin establecer un límite para las focas; HELCOM se concluye entre gobiernos, no biólogos. También se afirma que las focas tienen derecho a moverse libremente en el Mar Báltico y que no habrá regiones de las que sean expulsadas violentamente", subraya el investigador.
Enlaces y recursos
- Foto de : Nature Protection Board
- Investigador del BIOR: La pesca costera ha sido prácticamente imposible en los últimos años debido a las focas (LSM 25.04.24)
- El conflicto entre pescadores y focas lo resolverán los estonios (LA 16.03.17)
- El importante papel de las focas grises (Halichoerus grypus) en el ecosistema del mar Báltico (+vídeo)